Después de cinco partidos sin ganar. Luego de tres goleadas en contra y con dificultades defensivas, lo que empezó con euforia termina con preocupación.
La selección uruguaya culminó el año con más dudas que certezas. Es que el camino que parecía despejado, se llenó de piedras y de estar en zona de clasificación directa y previendo tener un colchón importantes de puntos, terminó en zona de repechaje y sin puntos que puedan permitir respirar con tranquilidad.
Pero al margen de los inconvenientes, que no son nuevos para este grupo de futbolistas, Tabárez brindó su voto de confianza y respaldo al plantel.
“La primera gran conclusión es que los problemas que tenemos son futbolísticos, y con ello me refiero a problemas de juego del equipo. Porque en todos los aspectos que rodean a un grupo estamos conformes como nos encontramos, de cómo es este grupo, el perfil de los futbolistas, lo que hemos hecho, la actitud que tuvieron y nos vamos a seguir apoyando en eso para lo que venga”.
Y agregó: “No estamos de acuerdo en sacar jugadores para poner a otros, sí hay que considerar la posibilidad de integrar a otros pero tratando de mantener el crédito en los que están”.
El mensaje del entrenador es claro. Tiene una línea de conducción y, pese a las dificultades que se puedan presentar en el camino, no piensa apartarse del mismo.
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