Cuando las cosas están dadas para un equipo, se dan. Atlético Mineiro estuvo a punto de quedar fuera de la Copa Bridgestone Libertadores cuando en el minuto 90+3 Tijuana tuvo un penal y Victor, el mismo arquero que el miércoles atajó la primera pena máxima en la definición, lo salvó. Y el miércoles logró igualar la serie 2-0 a falta de 6 minutos.
Olimpia se paró muy bien en la primera mitad con un Manzur inconmensurable en la última línea.
Ronaldinho no lograba ni de larga distancia, ni de media, acercarse con peligro al arco muy bien custodiado –una vez más– por el uruguayo Martín Silva.
Pese a que en esa primera mitad era el local el que tenía predominio casi absoluto sobre el balón, las dos chances más claras de gol fueron para el conjunto paraguayo.
La primera de ellas surgió a los pocos minutos cuando el uruguayo Juan Manuel Salgueiro, con un exquisito pase de cachetada, dejó solo frente al arquero Victor a Freddy Bareiro. Pero el delantero no supo definir bien y la pelota rebotó en el guardameta. Fue un gol increíble que se perdió el futbolista, más teniendo en cuenta la magnitud del partido que estaba en juego.
La otra de las jugadas también tuvo a un uruguayo como protagonista. En esa ocasión, le tocó el turno a Alejandro Silva, quien entró en diagonal al área y sin marca, le salió un disparo muy débil que fue a parar a las manos de Victor.
Atlético Mineiro abusaba de los centros desde la derecha y una de sus figuras principales de ofensiva, el delantero Bernard –reciente campeón de la Copa de las Confederaciones con Brasil– no logró desnivelar. Tampoco otro de los campeones con el Scratch, Jo, quien no lograba conectar nunca uno de esos centros.
Entonces el local le hacía el negocio a Olimpia que sin la pelota, igualmente se las ingeniaba para complicar, para ir al choque en cada balón dividido.
En el segundo tiempo todo cambió. Es que un error insólito de Pittoni ni bien comenzó ese período, le dio el gol a Jo de entrada y mucha más tranquilidad al elenco local.
Ese 1-0 sirvió para que Atlético Mineiro mostrara sus mejores armas con Bernard por izquierda, con Jo que las peleaba todas y Ronaldinho.
Pero se dieron contra una pared llamada Martín Silva. El uruguayo fue la figura de la cancha con cuatro o cinco atajadas espectaculares que salvaron su arco.
Ferreyra tuvo el empate a los 80 minutos. Eludió al arquero fuera del área, y cuando fue a patear, se cayó increíblemente.
Y en pocos instantes, se fue expulsado Manzur y llegó el segundo –en el único error de Martín Silva que quedó a contrapié en el centro– de Leonardo Silva.
El alargue prometía mucho para el local, porque tenía un hombre de más y mucho más aire.
El travesaño le sacó el tercero a Réver y Martín Silva le quitó el grito de gol a Josué luego en otra atajada notable.
Olimpia aguantó como pudo el resto del alargue y terminó perdiendo en los penales.
De esta manera, Atlético Mineiro se coronó por primera vez campeón de la Copa Libertadores de América. Ronaldinho ganó un título más y ahora solo le queda ser campeón del Mundial de Clubes.
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