Así fue la llegada de Uruguay a Bolivia

"Aquí Gastón Machado (ayudante técnico de Gustavo "Chavo" Díaz) se pasaba todo el día. Se hacía el mate y se sentaba en la piscina. No se quería ir. ´Esto sí que es vida´, me decía y de aquí se iba recién a las diez de la noche". El relato de presentación es de Joaquín Vega, encargado del complejo deportivo del Blooming, uno de los equipos grandes de Santa Cruz.

Es lunes al mediodía y hay unos 25 grados. Algunos menos de lo habitual para esta época del año en lo que el termómetro ya empieza a acariciar los 35 en Santa Cruz. El entrenamiento matutino del primer equipo del Blooming acababa de terminar y Vega presenta las instalaciones del club que están distribuidas en diez hectáreas y a las que considera "las mejores de Bolivia".

El complejo está lejos del ruido cotidiano de las bocinas del tránsito espeso que ya es un sello local. Queda sobre el octavo anillo por la avenida Beni. A unos 25 minutos del hotel donde se hospeda Uruguay que está en el barrio más coqueto de Santa Cruz, Equipetrol, en el tercer anillo.

Cuando Vega, quien está hace tres años en el club, muestra la parte de las piscinas recuerda el paso del entrenador uruguayo Gustavo Díaz en la temporada 2013-2014 y algunas anécdotas. "Estaban locos de la vida acá, pero los resultados no se dieron", recuerda el funcionario del equipo albiceleste mientras explica que el complejo dispone de varias canchas, gimnasio, más de cuatro piscinas e hidromasajes que también están a disposición de los socios de la institución que deben pagar una matrícula de US$ 400 y luego una cuota de US$ 15 mensuales.

La cancha que reservó la selección es la que está más alejada dentro del complejo. Cuando Referí recorrió el lugar tres empleados estaban ultimando detalles: marcando las líneas, poniendo los arcos y acomodando el césped. La cancha es un billar. Aunque según Vega no es la mejor: "Me sorprende que hayan pedido esta, todos los equipos y selecciones extranjeras reservan siempre la uno (señala a lo lejos la cancha de la entrada). Pidieron que no se use por unos días antes y se riegue bien", detalla.

Además, considera que en esa cancha se puede espiar fácil porque está lindera a un camino vecinal que tiene muros bajos y puede ser muy sencillo poner cámaras allí cuando el martes y miércoles la selección uruguaya entrene a puertas cerradas.