Costó, y vaya cuánto, pero salió. Los
Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 ya son una realidad y hoy tendrán su ceremonia de apertura en el mítico estadio de Maracaná, donde se espera un show por todo lo alto que por estas horas es secreto de Estado, aunque ya hay rumores sobre lo que se verá.
En medio de los problemas políticos y económicos de Brasil; las críticas por la seguridad, la contaminación de las aguas y las demoras en las obras; y las acusaciones de malversación de fondos para las construcciones, Río tendrá sus Juegos, los primeros que se celebrarán en Sudamérica.
Fiesta en la crisis
En la ciudad del "carnaval más grande del mundo", la ceremonia inaugural promete tener mucho color y música, lo que eclipsará con la profunda crisis del país.
Cuando la capital carioca fue elegida como sede de los Juegos, el 2 de octubre del 2009, en detrimento de Chicago, Madrid y Tokio, Brasil disfrutaba de una economía pujante que crecía a un ritmo del 5 por ciento, con instituciones estables, sin problemas de salubridad pública.
Siete años después, en vísperas de la ceremonia inaugural, Brasil tiene a su presidenta Dilma Rousseff sometida a un proceso de destitución, su PIB cayendo un 3 por ciento anual y en estado de alerta por la delincuencia común, la amenaza terrorista, los atascos de tráfico, la contaminación de las aguas y el mosquito Aedes aegypti, transmisor del zika.
En ese marco, Rousseff se ha negado a asistir a la inauguración porque no quiere "un papel secundario". La ceremonia será presidida por su exvicepresidente y hoy jefe de Estado Michel Temer, a quien Rousseff acusa de traición y de planear un golpe en su contra.
Se espera que Temer haga un discurso brevísimo para minimizar los abucheos, aunque ya confesó estar "preparadísimo" para enfrentar silbidos de rechazo.
Carnaval carioca
A la hora del show, todo eso quedará en un segundo plano. La supermodelo Gisele Bundchen, la bella modelo transgénero Lea T, y miles de bailarines del carnaval mostrarán el espíritu brasileño.
Londres 2012 dejó la vara muy alta con su sofisticado y divertido show, por lo que Río tendrá una dura tarea para mejorar la anterior apertura olímpica. Ya se sabe que la inauguración carioca, celebrada en un país que padece su peor recesión en casi un siglo, será más modesta.
Uno de sus directores artísticos, Fernando Meirelles, que dirigió las películas "Ciudad de Dios" y "El jardinero fiel", dijo que su presupuesto es apenas una fracción del despilfarro.
Pero los organizadores prometen mantener expectante hasta el final a la multitud de más de 70.000 personas en el legendario estadio Maracaná de Rio y a la audiencia televisiva, estimada en 3.000 millones de personas.
En lo deportivo, el nadador Michael Phelps, el atleta Usain Bolt y lo que pueda hacer la selección brasileña que encabeza Neymar y que busca su primer oro olímpica, son quienes lideran la lista de los deportistas y competiciones que más interesan. Además, Río tendrá un ojo sobre Rusia, cuya delegación llega diezmada por los deportistas dados de baja por el escándalo de dopaje.
En tanto, Uruguay dirá presente con 17 deportistas y con la esperanza de que alguno se acerque a una medalla, con la vela como la disciplina con más opciones. Será difícil, pero para los atletas celestes estar en Río ya es cumplir un sueño, el sueño de estar en la cita máxima del deporte mundial. l