Nueva Zelanda no quiso saber de sorpresas y venció con autoridad, supremacía y categoría a Francia por un contundente 62-13, en el segundo encuentro de cuartos de final de la Copa del Mundo de rugby.
Ya los
All Blacks se fueron con una tranquilizadora ventaja de 29-13 en el primer tiempo, con cuatro tries conseguidos por: Brodie Retallick, Nehe Milner-Skudder y Julian Savea, por dos, contra tan solo uno que apoyaron los jugadores galos, obra de Louis Picamoles.
El dominio de los All Blacks fue tal, en el segundo tiempo, el XV francés no fue capaz de marcar un solo punto. Los All Blacks apoyaron cinco nuevos tries por medio de Jerome Kaino, el tercero de Savea, Kieran Read y dos de Tawera Kerr Barlow.
Histórica diferencia
La ventaja de 49 puntos es la mayor de la historia en un partido de cuartos de final de un Mundial, que hasta ahora estaba en poder de Sudáfrica cuando ganó a Samoa, en 1995, por 28 de diferencia (42-14).
El apertura Dan Carter sumó diecisiete puntos, con siete conversiones y un penal, fallando dos veces en sus patadas a los palos, alargando su récord mundial en partidos internacionales a 1.569.
Adiós a los fantasma
Nueva Zelanda, con esta amplia victoria, acabó con los fantasmas que le perseguían con Francia, que le había derrotado en semifinales del Mundial de 1999 en Twickenham (43-31) y en cuartos de final, en 2007, en Cardiff: 20-18.
Los All Blacks habían pasado también muchos apuros para derrotar a los galos, en la final del último Mundial en Nueva Zelanda (8-7).
Todas esos malos recuerdos fueron enterrados con una victoria convincente que otorgó el pase a semifinales.
En dicha instancia, los All Blacks se verán las caras ante los Springboks, bicampeones mundiales, el próximo sábado en Twickenham. Los sudafricanos ganaron su juego de cuartos de final, no sin apuros, 23-19 a Gales. Será un choque entre dos de los equipos más poderosos equipos del hemisferio sur.