Nicolás Albarracín llegó a Peñarol desde Wanderers a pedido de expreso de Pablo Bengoechea, pero nunca logró insertarse en el equipo al mismo nivel que tenía en el bohemio. La adaptación a un equipo grande, con su caja de resonancia mucho mayor y con la olla a presión a tope, hizo que Albarracín aún no explotara en todo su potencial.
En diálogo con Último al Arco, de Sport 890, el volante habló sobre su presente en Peñarol: "A veces las cosas no te salen pero de confianza estoy muy bien. Los clásicos son partidos distintos, se hacen duros, se hacen más de correr y de trancar y no se juega tanto. No tuve espacios para encarar. Las primeras dos o tres pelotas te dan la confianza, si te salen bien sabés que vas a andar bien y si no te sale nada sabés que hay que seguir remando porque el partido es largo".
Consultado sobre sus charlas con el entrenador, explicó: "Bengoechea me explicó que iba a estar en el ojo de todo el mundo. En el torneo pasado por más que fuimos campeones no jugamos bien y la presión cayó un poco sobre los que tenemos que tener la pelota y hacer ese trabajo de tener que jugar más".
Por último se refirió a Maximiliano Rodríguez, una de las incorporaciones del aurinegro en este semestre: "Maxi es un amigo, un gran jugador, estuvimos juntos en Wanderers y por suerte lo tenemos acá. Lo veo muy bien, contra Nacional entró muy bien, es encarador, arranca derecho para el arco y todo lo que sea para mejorar el volumen de juego que nos faltó el semestre pasado es positivo".
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