Básquetbol
Pablo Benítez

Pablo Benítez

El guardián de los anillos > básquetbol

Al básquetbol no le tiembla el pulso

Mientras el fútbol ya no puede penar los incidentes causados por hinchas, el basket aplica desafiliaciones sin mirar colores de camisetas
Tiempo de lectura: -'
04 de enero de 2013 a las 00:00

Goes y Atenas, dos de esos equipos que son locales jueguen donde jueguen. Miramar en Tercera. Ahora Cordón y Welcome, instituciones que se repartieron 11 de los 12 Federales disputados entre 1991 y 2002.

Cuando el básquetbol castiga no calcula el peso de las camisetas ni mide costos políticos. Lee el reglamento y lo aplica. Lo respeta. Caiga quien caiga.

La creciente violencia en la que vivimos, el potenciamiento del fenómeno a través de las redes sociales, y la desvalorización del valor supremo de la vida, repercuten en el mundo deportivo.

Y el básquetbol ha optado por atacar el fenómeno.

Se podrá discutir si desafiliar a un equipo -castigo que abarca a la mayoría de los verdaderos hinchas, a los jugadores, a las formativas, al barrio- es o no es un castigo utilitario. Parece mero retribucionismo con escaso afán resocializador más allá del escarmiento del castigo.

Es más, analizado desde el punto de vista jurídico penal, duele a la vista la atribución de responsabilidad objetiva a los clubes por hechos causados por sus hinchas, o quienes dicen ser sus hinchas.

Pero el fallo tiene puntos contundentes. Pone de manifiesto una irresponsable actitud del jugador Adrián Bertolini, generadora de violencia. Deja en evidencia la lamentable inacción policial. Y más allá de eso, da nombres y apellidos de dirigentes que entregaron entradas de favor. Entonces aparecen nexos causales entre el amparo dirigencial y los graves hechos de violencia.

El fútbol está privado desde 2009 de esta posibilidad desde que el entonces presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, José Luis Corbo, hiciera derogar el famosos artículo 23 del Código de Penas de la AUF.

La presión de Peñarol tras una sanción de 12 puntos por el escalofriante asesinato de un hincha de Cerro en 2006 y después la de Nacional, que perdió tres cuando sus parciales invadieron Jardines en 2009 y arrasaron con todo, se llevaron puesto el reglamento.

Los hinchas pueden hacer lo que quieran que los clubes duermen tranquilos en la tabla.

"Hace tiempo que sabemos que en el fútbol y en el básquetbol se han dado entradas de favor, se han alimentado a las barras bravas para que existan situaciones de violencia que no son las que la población uruguaya quiere y eso no lo podemos permitir de ninguna manera", dijo Ernesto Irurueta, director nacional de deportes, la semana pasada a El Observador.

El básquetbol vuelve a dar un ejemplo de transparencia denunciando nombres, algo que el fútbol jamás hizo en su historia. Y, aunque pequeñas, esas son puertas que el deporte le va cerrando a la violencia.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...