¡Ahora sos el mejor!

La historia de Juan Verzeri es muy particular. Desde todo punto de vista y por el lugar que quiera empezar.

No es hombre de fútbol de primera línea, de exposición mediática ni de carrera destacada. Es un ingeniero de sistemas que un día, como tantos uruguayos –apasionados por el deporte más popular–, hizo el curso de entrenador. Desde entonces lo asumió como una obsesión, estudió el deporte y se perfeccionó como DT.

Como futbolista fue un golero que del montón se desempeñó solo en Círculo de Tenis de Montevideo (CTM) en la Liga Universitaria. Fue fundador del CTM y jugó hasta que en la década de 1990 se lesionó la columna y abandonó.

En 1997 comenzó los domingos de mañana su carrera como entrenador en CTM, en la misma Liga que lo cobijó como futbolista. En 2001 llegó a la selección universitaria y dirigió en la Universíada de China. Después empezó a subir la escalera en el fútbol profesional. En la primera etapa con los juveniles: la Cuarta de River Plate en 2003, la Tercera de Liverpool, con la que se consagró campeón en 2004. En la segunda etapa recorrió el camino de la mano de Julio Ribas, como asistente en Juventud de Las Piedras y en la selección de Omán.

Al regreso a Montevideo, en 2008, otra vez se largó por su cuenta, ahora para dirigir Primera. Hizo un gran trabajo en Racing porque lo transformó en protagonista del torneo local y llevó a los de Sayago por primera vez a una Libertadores, en 2010, en la que pasó la primera fase y fue segundo en la ronda de grupos (compartió la serie con Cerro Porteño, Independiente Medellín y Corinthians). Después, de la mano de Raúl Rodríguez, el presidente de Racing que había llevado a Verzeri a la Academia y que, en ese momento era neutral y lo acercó a la selección, con el apoyo de Sebastián Bauzá y el pulgar para abajo de Óscar Washington Tabárez –porque había propuesto a otro entrenador–, en 2010 empezó su recorrido con la sub 20, en la que acumuló un vicecampeonato Sudamericano (2011), un cuestionado tercer puesto (2013), otra cuestionada eliminación en primera ronda del Mundial (2011) y el bronce con la sub 23 en el Panamericano de Guadalajara 2011. Se llevó los aplausos con el vicecampeonato Sudamericano de 2011 que le dio a Uruguay la clasificación histórica a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

A lo largo de su carrera fue muy cuestionado por su propuesta futbolística extremadamente conservadora, y por su perfil bajo. Incluso en este Mundial, porque cada vez que anunciaba el equipo –el primero sin Nicolás López y los demás con un solo delantero– la reacción al unísono de todos los hinchas era de desaprobación. Sin embargo, con el ceño fruncido de todos los que hoy se ilusionan con ver a la sub 20 campeona del mundo, Verzeri se transformó en el mejor de todos en ese perverso mundo de los hinchas, porque, hasta el partido con España, la mayoría miraba con desconfianza al DT; hoy, con respeto y admiración. Bah... aunque eso durará lo mismo que un tropezón; en cuanto pierda un partido, volverá a ser el de antes.