A Nacional le faltó puntería

También porque el árbitro Leodán González se comió un claro penal de Matías Duffard contra Christian Tabó cuando transcurrían 73 minutos de juego.

Juventud, de buen campeonato y a un paso de conseguir una histórica clasificación a la Copa Sudamericana, fue demasiado pasivo, respetó a Nacional y generó solo un par de oportunidades en el tramo final del primer tiempo: dos remates desde afuera del área de Palacios y Viega.

El tricolor utilizó una fórmula que le dio buenos resultados en la temporada. El manejo de Gonzalo Porras y los pelotazos al corazón del área para Iván Alonso.

Este renovado equipo de las últimas fechas del torneo mostró también la velocidad de Tabó, quien produjo las primeras oportunidades: el primer disparo se perdió apenas afuera y el segundo lo desvió Fabián Carini al córner.

El exdelantero de Racing participó en casi todos los arranques ofensivos del equipo. Jugando por derecha en el primer tiempo y por la izquierda en el segundo.

Pero Nacional fue un equipo rengo. No tuvo de parte de Bueno la misma vivacidad de Tabó, y tampoco Gonzalo Ramos se puso el traje de creativo. Tocó mucho el balón, pero para atrás, sin darle profundidad al juego.

Juventud mejoró sobre el final de la primera parte, pero careció de continuidad en el complemento. La pelota no le llegó jamás a Christian Palacios, el goleador del campeonato.

Con las corridas de Santiago Romero por la banda derecha (volvió a jugar de lateral), el empuje de Diego Polenta y algunas incursiones de Alfonso Espino, Nacional dominó la etapa final.

Le faltó convertir para redondear la tarde. Remató Iván Alonso en el punto penal tras un pase atrás de Tabó y desvió Carini; falló Sebastián Fernández frente al arco después de otro desborde de Tabó, y pifió Alonso luego de una asistencia de Fernández.

Después entró Sebastián Taborda, pero la única ocasión de aire que tuvo fue contenida por Carini. La actuación del golero de Juventud fue sólida y colaboró para que su equipo no perdiera.

A Nacional le quedan 90' frente a Tacuarembó para jugar "sin presión" y otros 90' para darse el lujo que tanto desea: la copa.