Este miércoles se cumplen cuatro años de un partido inolvidable para los uruguayos: el que enfrentó a la selección ante Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Uruguay había empatado 1-1 y en la última jugada del alargue, el árbitro inventó una falta de Jorge Fucile. Tras el centro y una serie de rebotes, Luis Suárez la sacó de la línea con la mano, por lo que se ganó la expulsión y fue penal para Ghana. Asamoah Gyan no lo aprovechó ya que pegó en el travesaño, por lo que recurrieron a la definición desde el punto penal.
Allí, el Loco Abreu pateó el último picándola por encima del arquero y dándole la clasificación a los celestes a la semifinal de dicho Mundial.
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